Hoy en día es común que adultos y universitarios acudan a especialistas debido a que encuentran dificultades en superar sus estudios superiores. En muchas ocasiones, se encuentra que detrás de estas dificultades subyace una Dificultad de Aprendizaje (DA) concreta que, hasta el momento, ha podido ser paliada por la metodología impartida en los estudios obligatorios, pero que, al existir una mayor demanda y cambios metodológicos en los estudios postobligatorios, se hacen más patentes.
Normalmente, las DA suelen hacerse evidentes en las primeras etapas de la Educación Primaria, momento en el que se produce el aprendizaje de la lectura, escritura y cálculo, pero son dificultades que se mantienen a lo largo de la vida de las personas y que se siguen dando en la etapa adulta, por lo que no es extraño detectarlas a posteriori.
Se estima que entre un 10-15% de la población presenta este tipo de dificultades y, sin tener que ver con una baja capacidad intelectual, pueden suponer un verdadero impedimento para superar satisfactoriamente las demandas académicas. Además, frecuentemente esto genera otros problemas de motivación, emocionales o de autoestima y es que para estas personas, en ocasiones, se vuelve un verdadero calvario todo lo que tenga que ver con enfrentarse a determinadas tareas.
Las Dificultades de Aprendizaje más comunes y cómo pueden reconocerse son:
• Dislexia: dificultad relacionada con el aprendizaje de la lectura, existiendo problemas para reconocer palabras, poca capacidad ortográfica, mal deletreo…
• Disgrafía: dificultades de la expresión escrita, tales como inadecuada reproducción de las letras, errores ortográficos, sustituciones de letras, fallos en la separación de palabras, dificultades para realizar escritos coherentes…
• Discalculia: problemas en la adquisición de las habilidades matemáticas tales como procesamiento de información numérica, operaciones aritméticas, cálculo, razonamiento lógico…
En cada caso, debe hacerse una evaluación detallada y personalizada, ya que cada persona presentará diferentes características en aquello en lo que encuentra dificultad. Esta evaluación ha de llevarse a cabo por profesiones cualificados y con experiencia en la materia, que cuenten con el conocimiento de pruebas de evaluación baremadas que permitan dar una conclusión adecuada a la localización de la posible dificultad observada.
Pero… ¿Qué es lo que les pasa a las personas con estas dificultades?
Actualmente, se sabe que este tipo de dificultades tienen que ver con un mal funcionamiento en algunas zonas del cerebro y que aparecen con la maduración del mismo, iniciándose en la infancia, expresándose de diversas formas a lo largo del desarrollo y manteniéndose a lo largo de la vida. Esta incorrecta actividad, presenta una gran carga genética, ya que parece que existe una combinación genética desfavorable, por lo que es posible que se dé entre varios miembros de la familia.
Y… ¿Cómo se trabaja esto?
Si, como se ha comentado, se debe a un mal funcionamiento de la actividad cerebral, asociado a una combinación genética desfavorable, entonces… ¿se puede hacer algo?, ¿podemos ayudar a estas personas a cambiar la actividad cerebral?
Afortunadamente, nuestro cerebro cuenta con una característica fundamental: la plasticidad cerebral. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que nuestro cerebro es dinámico, se va modulando y va creando nuevas conexiones neuronales a lo largo de toda nuestra vida. Una parte fundamental de estos cambios depende de la experiencia, en estos casos, experiencias relacionadas con las habilidades que se están intentando aprender y para lo que es fundamental llevar a cabo una enseñanza activa, que conllevará esfuerzo. Es decir, conociendo cuales son aquellas áreas que no trabajan bien y trabajando sobre estas funciones, se puede llevar a cabo una intervención que consiga reforzar o compensar estas áreas y facilitar el desarrollo del aprendizaje.
En Ceyse Psicólogos y Logopedas, contamos con amplia experiencia en la aplicación de evaluaciones para detectar dificultades de aprendizaje y su tratamiento, así como en la elaboración de informes que permitan a los centros educativos, con los que colaboramos estrechamente, a tomar las medidas oportunas para facilitar la adaptación en las aulas.
BIBLIOGRAFÍA
“El niño incomprendido” J. Artigas, N. Bulsán, C. Carmona, K. García, S. Noguer, E. Rigau. Editorial: Amat
“Neuropsicología infantil” Juan Carlos Arango Lasprilla, Diego rivera, Laiene Olabarrieta Landa. Ed: Manual Moderno
Autora: Andrea Olaya García, Departamento de Psicología educativa