Tras la aparición de los últimos casos de Acoso Escolar y sus dramáticas consecuencias es inevitable la alarma social generada, tanto entre padres como entre educadores. Pero la pregunta sigue siendo la misma, ¿qué hacer para parar el Acoso? ¿cómo proteger a los niñ@s de este tipo de violencia?, ¿es suficiente lo que se hace en nuestros centros escolares?. Las respuestas son obvias, el número de casos que sufren acoso escolar o bullying sigue en aumento, y cada vez con más variantes que hacen que los efectos sean más devastadores.
Parece que no ser suficiente con lo realizado hasta ahora. Existe un Programa llamado KIVA que parece estar arrojando unos resultados satisfactorios.
El programa KIVA surge en Finlandia a raíz de la necesidad de paliar el alto número de casos de Acoso Escolar y Ciberbullying entre los estudiantes.
El gobierno finlandés pidió ayuda a la Universidad de Turku, donde contaban con una experiencia de 25 años en el estudio de las relaciones entre niños. En el 2007 se inició el programa KIVA.
Los resultados fueron espectaculares; en sólo un año de implantación los investigadores obtuvieron los siguientes resultados:
1- En algunos cursos el número de niños acosados bajó hasta un 40%
2- El programa KIVA aumentó el bienestar social y la motivación por estudiar, redujo los síntomas de angustia y de depresión.
¿En qué consiste?
Según explica Christone Selmivalh, profesora de Psicología de la Universidad de Turku y una de las creadoras de KIVA, el programa consiste en intervenir y provocar el cambio en las normas que rigen el grupo. Dentro del grupo de acosadores están los otros, los que no acosan, pero si observan, son los testigos, pero se ríen del acoso. Este grupo refuerza al acosador, transmitiendo la idea de que lo que hace es divertido y que está bien hecho.
El objetivo de KIVA no es modificar la actitud de la víctima, sino del grupo que actúa como testigo. Buscan llegar a concienciar de la importancia de las acciones del grupo y empatizar, defendiendo y apoyando a la víctima. Si se consigue cambiar la actitud del grupo esto provocará un cambio en el acosador.
Los estudiantes reciben clases para aprender a reconocer las diferentes formas de acoso y mejorar la convivencia. A través de diferentes recursos, vigilantes de recreo, buzones virtuales para víctimas y testigos, videojuegos… buscan cambiar la actitud provocando una motivación para detectar el acoso, denunciar a los acosadores y proteger a la víctima, dejando al acosador derrotado.
Autora: Eva Mª Miguel Casillas