Departamento de Mediación Social

• Cuando la relación entre las partes es importante.
• Cuando las partes quieren conservar el control del resultado.
• Cuando la rapidez es importante.
• Cuando la causa del conflicto es, en buena medida, consecuencia de una mala comunicación y sus consiguientes malentendidos.
• Cuando se desea evitar los altos costos y el excesivo tiempo de una intervención judicial.
• Cuando las dos partes necesitan exponer sus argumentos.

• Desavenencias de pareja, matrimoniales (en procesos de separación y divorcio, incluso mucho antes, cuando se inician las discusiones).
• Problemas entre padres e hijos (cuando llegan tarde a casa, cuando se discute constantemente, etc).
• Conflictos entre hermanos y familiares por cuestiones de herencias.
• Conflictos entre vecinos por cuestiones de respeto y convivencia (vecinos ruidosos, dificultad de llegar a acuerdos en asuntos de administración de propiedades compartidas). Los márgenes de actuación son amplios, dado que en la comunidad existen conflictos de diferente índole y entre los siguientes protagonistas:

– Propietario e inquilino de una vivienda.

– Propietario e inquilino de una vivienda.

– Propietario y la Comunidad de vecinos.

– Entre los miembros de la Comunidad de vecinos.

– Entre diferentes comunidades de vecinos.

• Problemas en la escuela (entre estudiantes y profesores, entre profesores, entre alumnos, entre los profesores y la dirección o entre la junta de padres, los profesores y la dirección de la escuela).
• Conflictos entre compañeros de trabajo (entre estos y sus subalternos o superiores; en los procesos de acoso psicológico con la finalidad de que se abandone el trabajo).
• Conflictos laborales clásicos, los suscitados entre los trabajadores y la dirección o propietarios de la empresa.
• Reclamación entre consumidores y usuarios y las empresas privadas de servicios comerciales.

• Menos desgaste psicológico, estrés y problemas emocionales debidos a la constante reproducción del conflicto y a su carácter agresivo.
• Rapidez, sencillez, no existe pérdida de control del proceso puesto que no se produce ninguna delegación del protagonista de las partes en disputa.
• Facilidad de comprensión al no existir disposiciones legales.
• Integración de propuestas y soluciones que contemplan a la persona en toda su dimensión humana. Incorpora elementos psicológicos, valores e incluso morales y éticos.